Miskita
En pocos días comienza de nuevo la ...
En pocos días comienza de nuevo la feria de turismo de Lisboa. Ya sólo el paseo al recinto ferial merece la pena. Antiguos pabellones y avenidas de la Expo 98 se han reconvertido en el ferial luso que se extiende hacia el mar, como todo en Lisboa.
Los horarios de las ferias portuguesas son un tanto extraños, porque abren sus puertas a las dos del medio día y cierran ya entrada la noche invernal, sobre las nueve o diez .
En medio de esa franja horaria, un paseo por todas las regiones de España, que se disputan al turista portugués, por los países lusófonos, por la samba y los lugares más alejados y sonoros del mapa. Y entre todo eso, multitud de regalos para el apreciado visitante de la feria.
Hay quien pregunta dónde se puede comer bien en tal o cual sitio, quien se interesa por algún museo extraño y quien, sin menor descaro, pide algún regalo. Material de oficina, muestras gastronómicas, copas de vino o de bebidas caribeñas… aquí puedes recopilar de todo un poco.
Un marroquí me escribe mi nombre en árabe y hay quienes hacen masajes más allá, al final de la tremendísima cola. Me sorprende una señora de amplias caderas y colorida vestimenta, cual salida del carnaval de Rio, y se empeña en atarme una cinta de la buena suerte en la muñeca. “Pide un deseo por nudo”, me dice mientras retuerce la cinta. En total son tres A mí me sobran dos.
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