Byron Bay

Byron, como llaman los australianos a este pueblo, es uno de mis sitios favoritos de Australia. Está situado en el mismo estado de Sydney: New South Wales, en la costa este del país, a una hora en transporte de la llamada Gold Coast.

Aunque visité muchos pueblos de la costa este de este de Australia puedo decir que este es mi favorito, ya que no sólo es tranquilo y precioso, además tiene ambiente, no es demasiado pequeño como otros pueblos y tiene restaurantes y pubs de todo tipo. Además está frecuentado por artistas e intelectuales del país, que lo usan muchas veces como segundo lugar de residencia para escapar de la ciudad. Otra de las ventajas del pueblo es que la playa está en pleno centro, cosa a veces difícil de encontrar, aunque parezca mentira, en Australia.

Como con cada uno de los destinos en Australia llegué a Byron Bay sin plan ninguno. La idea original era estar unos cuatro o cinco días y continuar siguiendo la costa hacia el Norte, pero finalmente se extendió hasta unas tres semanas y media.

La ciudad es muy especial, creo que si pasas el tiempo suficiente atraviesas por tres fases:

En la primera te ves fascinado por el ambiente hippie. Todo es buen rollo, fiestas, ganas de pasarlo bien... yo aproveché para conocer gente que tocaba percusión africana, y gracias a ello la estancia se volvió inolvidable.
Segunda fase. Te das cuenta de que toda idea se exprime, y detrás de cada esquina hay un empresario sacando tajada. Las niñas monas que hoy llevan una cinta con flores en el pelo mañana guardarán ese uniforme en la maleta para dar paso al siguiente... y hippies auténticos quedan pocos, y de los que quedan muchos están para el arrastre.

La gente dice muchas cosas sobre Byron Bay. Que es un lugar para relajarse, es cierto. Que la gente tiene una simpatía que no encuentras en otra parte, es cierto. Que el ambiente natural que se respira te enamorará, es cierto. Que el estilo de vida saludable y deportivo es incomparable, es cierto. Que el colorido "hippie" por doquier tiene un encanto que nadie puede negar, también es cierto. Lo que poca gente cuenta es que la belleza de este lugar te puede dejar sin aliento.
Su fauna y flora únicas, compuesta por especies de pájaros que visten el arco iris, los curiosos delfines que se acercan a jugar con los surfistas, las ballenas acercándose al faro para saludar mientras migran, un verde que te rodea bañado de flores exóticas durante todas las épocas del año, hacen de este sitio un lugar para quedarse.