Diana Patricia Montemayor Flores
Servicio agradable y precios económicos
Llegamos a este sitio por mera curiosidad, porque paseábamos por el centro histórico de Querétaro. Después de saber que en sus inicios, la ciudad estaba integrada por "haciendas" y que a partir precisamente de las construcciones de las casas grandes de los patrones y la de los trabajadores, que se construyeron las actuales casas habitación y sitios que albergan tiendas, bares y restaurantes, como este, muy bien llamado "Café del Fondo".
El lugar, situado en la cuarta parte de lo que originalmente era el patio interior, un claustro, de una vieja casona, se llama "del fondo" porque precisamente tienes que dar algunos pasos por un oscuro pasillo para llegar a las mesas.
La cocina está, en lo que fuera una de las recámaras de la construcción original. Todavía es posible observar restos de pintura en las paredes y viejas vigas de madera que hace muchos años presenciaron la actividad de los peones y patrones, antes de la reforma agraria que resultaría de la Revolución Mexicana.
Bueno pues tomamos el desayuno en este café, servicio agradable y precios económicos.
Bueno pues tomamos el desayuno en este café, servicio agradable y precios económicos.
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