La Biela

Como ir a Buenos Aires y no pasar por la casi parisina esquina de “La Biela” con sus enormes ventanas a guillotina, con puertas de madera y vidrios originales, sitio en que se daban cita allá por 1850 los pilotos civiles que tenían justo enfrente su club y de allí su nombre original “Aerobar”.

Ya en 1942 cambia ese nombre por el actual, La Biela fundida o simplemente La Biela, por los fanáticos y aficionados del automovilismo y los entonces niños bien de Buenos Aires, que se reunían allí después de correr las famosas picadas por Alvear y Quintana, junto a corredores como Froilán González o Charli Menditeguy.

Ubicado frente a la preciosa Plaza Francia, y mirando hacia el ementerio de La Recoleta y la iglesia del Pilar, La Biela es desde hace varias décadas un clásico de Buenos Aires. Dueño de una terraza preciosa, en sus salones, atiborrados de fotos de coches deportivos y carreras automovilísticas, es muy frecuente ver personajes famosos, desde gente relacionada con el fútbol a artistas de la televisión o escritores e intelectuales. Con el auge del turismo que vive Buenos Aires, La Biela se ha transformado en un sitio ineludible para gente de todo el mundo, sin embargo no pierde esa atmósfera de barrio

Muy depresivo y público mayor. Sólo si estás de turismo por la Recoleta.