Esta cala se sitúa en Begur, entre el Parador de AiguaBlava y el Hotel Aiguablava, lleva bien su nombre porque sus aguas son cristalinas ideales para bucear. De hecho, hay una escuela de buceo.
La playa consta de ducha y baño y de unos 3 o 4 restaurantes en los que tanto puedes comer un menú de 15 o 28 € o pedirte un bocadillo.
Aconsejo venir temprano para poder aparcar ya que la playa tiene un aparcamiento vigilado de pago.
Para mi una de las mejores calas de la Costa Brava.Me encanta ir en invierno,no hay nadie y es un lugar para desconectar totalmente y cargar pilas.
Uno de los pequeños placeres de la vida es disfrutar de la lectura de un buen libro rodeado de un paisaje espectacular como este o pasar el día con los peques jugando en un lugar así.
Sin duda os lo recomiendo.En verano es una cala bastante concurrida tanto de personas como de veleros o pequeñas embarcaciones que van a pasar el día.
Cala muy bonita, lastima que se llena enseguida de gente y es molesto, la mayoría son extranjeros que no respetan nada y acabas salpicado de arena constantemente o tienes que estar casi pegado con las cosas de los demás, por el resto es un lugar mas que recomendable
Visitamos la Cala Aiguablava en marzo y, por lo tanto, nos la encontramos absolutamente vacía. Nos pareció un lugar paradisíaco, de obligada visita si estás en la Costa Brava.
Suponemos que en verano debe llenarse de gente y debe perder algo de encanto, aunque creemos que no está de más ir hasta allí para verlo y darse un baño, claro.
Un sitio al que siempre volver.
Casi no se podía poner la toalla, además la encontramos muy sucia, con colillas en la arena, papeles, etc.
Hay 2 parkings, uno sale carísimo: 3€/hora!. El otro a 3€ día, aunque no entiendo el porqué ya que uno está al lado de otro.
El único contra es que es demasiado turística y en verano está llena de gente.
