Puerto de pescadores a núcleo turístico
Cuesta creer que antes del boom turístico, esta pequeña cala fuera sólo un puerto de pescadores y lugar de veraneo para los habitantes del municipio de Capdepera y alrededores.
De su pasado aún podemos observar cómo algún persistente pescador se afana en reparar sus redes con habilidad artesanal, pensando mientras lo hace que quizá sea el último que pierda su precioso tiempo en hacerlo. Desde el paseo, es observado por los turistas y veraneantes que ven en él algo típico, casi un souvenir visual de la antigua Mallorca.
Nostalgias aparte, es un placer dejar el coche a la entrada del pueblo-ciudad y bajar hasta el muelle, donde más que barcas de faena, lo que encontramos son motoras y pequeños yates. El agua sigue cristalina, orgullosa de mostrar un fondo blanco salpicado de arena y rocas, pequeños peces y crustáceos que se resisten a dejar su hábitat en manos de los depredadores humanos.