Pedazo de paraíso
Cuando llegué a Formentera, sólo podía pensar de arena fina, aguas cristalinas y la paz ... Y me encontré con todo eso en San Roqueta. Fue amor a primera vista. El mar es uno de los más limpios, cristalinos y maravillosos que he visto. El hotel de la "punta" de la playa es el único establecimiento y el resto es arena, mar ... y paz. Vale la pena conocer y quedar deslumbrado por la belleza de esta playa pequeña, pero llena de encanto.