Cervezas, vinos, tapas y sobre todo..., vermut.
No podría decir el número exacto de bares y restaurantes, así como de terrazas que hay en esta calle peatonal que se ha convertido en el icono del nuevo Poble Sec y en uno de mis sitios favoritos para quedar con mis amigas.
La tradición barcelonesa del vermut cobra sentido en esta calle. Un lugar donde respirar ambiente de barrio, de lugar de toda la vida combinado con gente joven, grupos de amigos tapeando, abuelos paseando, fruterías tradicionales, comercios costumbristas y edificios bellísimos.
Para mi la Calle Blai es a Barcelona, lo que la calle Laurel a Logroño. Empiezas a tapear de un lado a otro, disfrutas de una terraza tras otra, y cada uno de los locales se especializa en unas tapas. Al caer la noche en alguno de sus bares o tabernas puedes disfrutar de conciertos variopintos, ambiente bohemio y multicultural.
Una vez al año, la mayoria de locales de la calle, junto con algún otro del barrio, organizan la conocida como "Ruta de la Tapa", una iniciativa que se realiza cada jueves por la tarde noche y que permite tapear por unos 2€.
Recomiendo continuar el paseo y el tapeo por la Calle Blesa, que en sí, es una continuación natural de la propia calle, pero que cambia de nombre sin saber bien el porqué. Eso sí, el encanto es el mismo ;-).


