Lugar para los sentidos
Caminas absorto por las callejuelas del Albaicín. El blanco impone su poder y el silencio es el rey de la hora de la siesta. Sigues caminando, sin rumbo, disfrutando de la arquitéctura, del encanto que tiene este barrio y de repente, zas.
Explosión de colores, de vida, de ruido pero sobre todo de aromas, de mezclas de especias. Has llegado a la calle Calderería Nueva, más conocida por la Calle de las Teterías de Granada.
Una curiosa calle, ya que más que calle es un corto callejón, de las antiguas caldederías no quedan restos y por supuesto, de nueva, tiene poco. Pero todo eso no tiene importancia, lo difícil es decidirse en qué teteria o en qué tienda entrar.