Marta Pilar
Entre flores, helechos y aromas de azahares
Este estrecho callejón del casco antiguo de Marbella, que desemboca en la Plaza de los Naranjos por un lado y por el otro en la plaza de la Iglesia de La Encarnación, mezcla entre el rojo embaldosado de su calzada, el blanco inmaculado de sus paredes decoradas con mosaicos pintados a mano que narran historias de reyes, conquistas, batallas, bendiciones e historias de la vida cotidiana. Danzas, comidas, reuniones familiares, batallas quijotescas, corridas de toros, el pan y los peces, macetas con geranios, tupidos potus, elegantes negocios como la Boutique de “Socorro Vega”, el Restaurante Ciaboga, famoso por sus pescados y mariscos desde 1988 y su terraza a la plaza.
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