Marta Pilar
Jamás me cansaré de ver cosas tan bellas!
Callecitas, callejuelas, calles, todas ellas tienen un algo inconfundible, la tranquilidad de sus calles desiertas en un domingo de verano, sus blancas paredes, sus antenas de televisión, sus garajes en lugares increíbles. Muros a punto de caerse con macetas olvidadas colgando de ellas, o increíbles y floridos balcones estrellando el rojo de sus geranios con el blanco inmaculado de su pintura o el descascarado de sus paredes. Algunos palacios o casas señoriales con sus puertas lujosas como Ayuntamiento de Alhama de Granada o con exóticos picaportes y curiosas cerraduras en otras conocidas.
Sus coches aparcados mitad en la estrecha vereda y mitad en la estrecha calzada. Todas te traen de algún sitio y te llevan a otro quizás mejor, o más lindo o tal vez curioso pero si alguien me hubiese preguntado ¿estás cansada? le hubiese respondido: jamás me cansaré de ver cosas tan bellas. El lugar es la callejuela, los demás datos son de la Oficina de Turismo de Alhama de Granada .
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