Un pequeño pueblo adorable, colorido y hermoso, donde es bueno caminar, pasear por las calles, tomar fotografías de los diferentes patrones de los frisos en las paredes inferiores de las casas ... La plaza principal está cubierta de pequeños taxis de tres ruedas, repintados. La iglesia se levanta majestuosa vestido de rojo y blanco. El interior es digno de una mirada, pero corre el riesgo de que la gente se enoje: No tengo imágenes para mostrarlo...
Sus hermosas casas están adornadas con zócalos, los cuales muchos fueron hechos en los primeros años del siglo XX, y que aún se conservan en las fachadas de las casas del pueblo.
Es un hermoso lugar, sus calles muy coloridas y la gente es muy amable.
Obligatoria visita para el que llegue a Antioquia.
Caminar por este pueblo es una de las experiencias mas bonitas.
Organizadas, seguras y limpias, dan ganas de habitarla frecuentemente, la iglesia, el lago, el pasillo de sombrillas...
Se debe tener precaución de verificar que se tengan los chalecos salvavidas al pasear por la represa en pequeños barcos.
Inspirador recorrido que debes visitar sus coloridas calles, una hermosa vista a su lago.
Simplemente increíble.
Me parece tan lindas las calles y la forma como están pintadas las casas.
