Escondite perfecto
En el Parque Nacional Canaima (estado Bolívar, Venezuela) entre tantos rincones paradisíacos de La Gran Sabana, destaca Mantopai, un lugar para perderse en la más absoluta armonía con la naturaleza.
En la ruta hacia Kavanayen se toma un desvío que pronto se convierte en un sendero estrecho, de seis kilómetros tan fascinantes como interminables. El camino requiere tener vehículo de tracción en las cuatro ruedas en muy buen estado porque gran parte del recorrido se hace sobre lo que –al menos en la temporada de sequía- luce como el curso de un río seco.
No en vano Mantopai significa sellado por las piedras. Después de un buen rato dando saltos y siguiendo las curiosas señales grabadas en rocas, este sendero solitario y poblado por todo tipo de plantas exóticas termina al pie del tepuy Sororopan. Allí reposa tranquilo un campamento atendido por indígenas de la etnia Pemón y que cuenta con autóctonas churuatas que tienen una espectacular vista al río karuai.