Campo de Criptana

Impresionantes cuevas características de la sierra de Campo de Criptana, donde poder disfrutar de cualquier celebración especial con una comida o cena a la luz de las velas. Cada compartimento de la cueva fue en su día una parte de la casa (la cocina, el comedor, la alcoba...) y así se especifica. Este restaurante está situado en lo más alto del pueblo, en la sierra de los molinos, donde todavía existen familias que habitan en este tipo de morada. En la planta de arriba hay una terraza desde donde puede verse una panorámica de todo el pueblo. Lo más bonito es ver el atardecer. Son lugares para no perderse junto a los molinos, el restaurante Las Musas, lugar de fiesta para loa habitantes del pueblo en los años de la movida madrileña o la plaza donde se concentra un ambientazo de gente tomando cañas los fines de semana.

Me encanta ver estos gigantes al atardecer , me imagino las batallas del Quijote y los malos ratos que paso el pobre Sancho, a pesar de los rascacielos que se ven hoy en las ciudades , parecen verdaderos gigantes que se lo tragan todo
Del pueblo que voy a decir esta precioso , con sus casas blancas y añil y sus callles estrechas

Desde hace ya bastantes años repetimos, lo que se ha convertido en tradición, cada 23 de agosto. Nuestro amigo José nos abre las puertas de su casa a toda la tropa e invadimos su casa del pueblo para transportarnos un año más al pasado. Entre molinos, alguno que otro dedicado a las grandes personalidades del pueblo como Sara Montiel, nos sumergimos en los 60 gracias al ambiente de la fiesta yeyé, que da fama al pueblo. Es increíble ver como todo el pueblo, lleno de vida, se transforma, todos con la ropa y música de los 60. Esta gran experiencia manchega va acompañada siempre de un show de impro en el cual somos actores, porque todo sea dicho, nos conocimos todos en Madrid en clases de improvisación teatral.

Aunque según los historiadores de la literatura española, aquí fue donde transcurrió la aventura de los gigantes y Don Quijote, a mí, lo que más me atrajo fue el barrio que se asienta por debajo de los molinos, lo que llaman el Albaicín. Parecía por un momento que estaba en un barrio de Granada y que iba a aparecer la Alhambra por algún lado. Si que tengo que destacar la esmeradísima limpieza de los molinos y los alrededores. Se nota que los habitantes del pueblo están orgullosos de su patrimonio y lo miman como se merece.

Herencia árabe que perdura en la Mancha ( también del árabe "la Seca") y que le da a Campo de Criptana una gran luminosidad y rincones llenos de encanto.

Su plaza mayor con casonas antiguas y por supuesto la sierra de los molinos, uno es museo de Sara Montiel: estás en su pueblo. Si mal no recuerdo, los primeros domingos de cada mes, se abren los molinos y hay exhibiciones de molienda, molinos en marcha, molineros y algún que otro figurante del Hidalgo manchego universal: Don Quijote.

Un bonito, tranquilo y típico pueblo manchego donde la combinación de añil y blanco, herencia árabe, llena de luminosidad todo el pueblo.

Su plaza mayor con casonas antiguas y lo más atractivo: su sierra de los molinos donde si mal no recuerdo los primeros domingo de cada mes, se hacen exhibiciones de molienda, molinos en marcha y algún figurante de Quijote y Sancho, te da la bienvenida.

Un anochecer con nubes en la sierra de los molinos de Don Quijote
Una cena en una terraza acompañada de las mejores vistas
Molinos iluminados con una luna espectacular
Una imagen que pudo encontrarse el Hidalgo Don Quijote junto a su escudero Sancho.
Una preciosidad

Y hasta que no vi un atardecer en tierras manchegas no entendí lo que eso significaba. Dicen que París es la ciudad de la Luz, creo que lo dicen porque no han conocido la luz de Castilla La Mancha. Subir a la colina donde está los molinos y ver desde ahí la puesta de sol, no tiene precio. Una de las siete maravillas del mundo.