Senderismo entre agua y rocas
Una aventura no programada, una excursión de lo más gratificante. Llegados hasta la embaucadora aldea de Ribadelago Viejo decidimos seguir el curso del río Tera y cuando nos dimos cuenta llevamos unos cuantos kilómetros de la ruta que lleva hasta el cañón de mismo nombre.
Pequeños saltos de agua por aquí, cruza el río por allá, mira que paisaje, cuidado que resbalas y caes;-), así, tramo tras tramo, piedra tras piedra, nos dejamos llevar por el magnífico paisaje de estas tierras sanabresas donde no solo existe el Lago, sino que hay todo un conjunto de senderos, pueblos, aldeas, lagunas, ríos, riachuelos de una belleza natural y humilde, muy humilde dignas de ser descubiertas y disfrutadas.