De fábrica de pan a súper Pastelería
Esta pastelería, la que tienta la vista y el olfato con el aroma a dulces recién hechos, era uno de mis puntos predilectos en los que detenerme a tomar un zumo de naranjas natural bien frio y la famosa medialuna salada, lo de famosa va por mí, que son las que más me gustan.
Hablando un poco con la dueña y a pesar de la cantidad de gente que entraba y salía, pudo hacerse un pequeño espacio de tiempo para contarme que su madre la había abierto hace más de 40 años como pastelería, pero antiguamente su bisabuelo había tenido por generaciones una fábrica de pan.
Cuando se iniciaron como pastelería se usaba el horno de leña y todo era hecho artesanalmente. En la actualidad no fabrican más el pan, lo traen de otro lugar para la venta, y se dedican a fabricar estos deliciosos productos que se pueden ver exhibidos en sus heladeras y mostradores vidriera. Rosquillas, pastelillos, tocino del cielo, tortas, tortas heladas,bocadillos, en fin... todo para tentarse . Usan productos naturales como el aceite de oliva, frutas frescas para los zumos o tartas, ningún químico ni conservante se utiliza allí. El lugar para tomar el zumo o el cafecito es reducido, siempre está lleno de los habitué y verán mi baso y mi medialuna al lado de una maceta con una planta, el único lugarcito libre que pude encontrar. Un lugar para recomendar por la frescura de sus productos y su muy amable atención.