Para los más fieles
En la calle principal de Sorsogón, la calle Rizal, se encuentra un pequeño recinto que tiene las réplicas de las estatuas de los santos Pedro y Pablo, que se salvaron de la inundación de la primera iglesia de S. Pedro y S. Pablo construida en el año 1628 y que fue trasladada a Sorsogón en el año 1680 desde su lugar original, para reconstruirse y además, convertirse en los patronos de la ciudad. Hasta entonces S. Antonio de Padua, que mucho tiempo después pasaría a ser el patrón oficial de Juban, la nueva villa independiente desde 1800.
Esta capilla sirve como lugar de rezo cada día, para los fieles que al estar la iglesia o catedral cerrada a diario no pueden ir ella. En Filipinas son católicos, otra herencia española, y por lo que he podido ver muy devotos de sus santos y vírgenes.