Pequeñita pero preciosa
Esta playa se encuentra en la costa Esmeralda de Cerdeña.
En general, el agua de las playas de toda la isla es turquesa y transparente, pero esta nos impresionó especialmente.
Cuenta con dos zonas separadas por unas rocas, pero el espacio de arena para poder tumbarse es reducido, sobre todo por la gran afluencia que recibe en verano.
Es recomendable llevarse algo para comer, ya que en la zona no encontramos ningún chiringuito ni restaurante a la vista.
El único pero, como comentaba anteriormente, es que al ser tan pequeñita, se llena bastante. De hecho fue en la única playa donde tuvimos problemas para aparcar. Entre semana cuenta con un parking y el fin de semana abren otro más (2€ la hora).