Fogata y cena
En medio de la nada, en pleno desierto de Wadi Rum, se localiza este hotel beduino. Un oasis de confort, buena comida, música, danzas, etc. Es ideal para finalizar el día por el desierto y llegar a disfrutar y descansar. Organizaron una cena junto a una fogata y tras cenar, decidí quedarme junto a ésta para estar calientita mientras veía el impresionante cielo estrellado. Las habitaciones tienen todas las comodidades básicas. Los beduinos que trabajan en el hotel son muy buenos bailarines además de ser súper simpáticos. Por la mañana salimos a dar un paseo por el desierto en camello, fue una experiencia