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Al final (o comienzo) de la calle...
Al final (o comienzo) de la calle Camilo Alonso Vega, ya casi en el cruce con la carretera general, se halla Casa Cacho. Su nombre se debe a que fue mandada construir por Manuel Cacho, propietario de numerosos terrenos en la capital cántabra. A diferencia de otras casonas del casco histórico, ésta se caracteriza por una peculiar torre de estilo andaluz (parece un faro) de cuatro plantas de altura, cuyo objetivo era poder observar a los vecinos sin ser visto.
La casa ha sido ahora reconvertida en la Posada La Giraldilla, un alojamiento rural con 9 habitaciones dobles, que cuenta
También con restaurante y cafetería.
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