Casa Cayo

¿Es posible comer en una de las villas más bonitas y más turisticas de Cantabria comida casera de calidad, a un precio tirado y con unas vistas fabulosas? Pues sí, si consigues encontrar sitio en Casa Cayo, un restaurante-hotel cuyo comedor tiene unas fantásticas vistas al río Quiviesa y a la Torre del Infantado.

Llegamos por recomendación de una de las personas que mejor conoce Cantabria y, como siempre, no falló. Reservamos con tiempo y con ganas de comernos el famoso cocido lebaniego. El plato entró como si fuera una ensaladita, y eso que era julio. Y aunque estaba buena, ¡cómo sería el filete a la plancha para que diesen ganas de cambiarlo!

Llegamos a Potes y fuimos directos al hotel. La atención nada más llegar impresionante por parte de todos. Hasta nos han subido las maletas a la habitación! . Nos han dado a elejir dos habitaciones distintas por el mismo precio y nos quedamos con el "palomar" una impresionante habitación en la zona más alta del hotel. La amabilidad, el silencio y la tranquilidad son lo más destacada de un hotel situado en el centro de Potes en el que he dormido como en mi propia casa.
Respecto al restaurante donde hemos cenado la comida muy bueno, el vino de la tierra impresionante y los postres... uf! que te voy a contar.

Unas vistas excelentes de los picos dd Europa, mientras degustas las viandas de esta tierra. Me lo recomendó un lebaniego y la experiencia no tuvo desperdicio, aunque fuera en agosto, la peor fecha para estar por estos lares.
El lechazo muy recomendable y la ensalada de cebolla caramelizada, pimientos rojos y verdes con ventresca era de lujo y sin olvidar la tarta de manzana, todo artesano. Buen servicio, amable aunque como era de esperar, aun reservando tuvimos que esperar.

Para tomar algo barato y con la consumición ponen cacahuetes y olivas todo un detalle y servicio perfecto muy amables. Hay lavabo con cambiador para bebes.

Excelente, no hay otra palabra para definirlo.... El personal muy amable y la comida de muy buena calidad y presentación.... muy bien de precio. Un consejo... Reservar con un día de antelación

Un trato estupendo. Visita obligada si estás por Potes.

Un cocido lebaniego buenísimo, postres riquísimos y un trato excepcional. ¡Volveremos seguro!