ANADEL
Habitación y baño sencillos, limpios, y suficientes para poder conocer este precioso lugar
Me gusta tener el privilegio de buscar alojamiento en el centro de ciudades turísticas para ver como al anochecer se quedan vacías de gente y poder disfrutarlas a solas, y si es con el trípode y la cámara mejor.
Este es un pequeño pueblo castellano, que merece una visita por su encanto y tipismo, aunque sobran coches en su casco antiguo, hay que hacer algo.
Este hostal-restaurante está en la calle principal del pueblo, fue una pena que la habitación diese a la parte de atrás y no hubiera ninguna vista, no obstante estuve solo unas pocas horas y mereció la pena.
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