ANADEL
Mucha y contundente comida
Es un lugar conocidísimo por los alrededores, e incluso por los valencianos que no dudan en coger el coche los fines de semana para comer en este restaurante donde la abundancia está garantizada.
Cuando te sientas en la mesa empiezan a servirte platos: jamón y queso del lugar, almejas, setas en temporada, clóchinas, etc. Y luego te preguntan por el segundo que suele ser una buena carne o una caldereta de langosta en pleno maestrazgo turolense, por muy extraño que parezca, lo habitual es salir de este restaurante a punto de explotar.
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