Casa Rural y Spa El Huerto del Abuelo

Vimos que había también setas con gulas, le preguntamos si podían ser solo setas y nos dijo que las gulas eran el 50% del plato y que no podía ser, le dijimos que no nos importaba y que nos gustaban mucho las setas, a lo que contestó categórico "No lo voy a hacer". Al final cenamos ensalada de pimientos y pisto, que fueron las únicas opciones que nos dio, las cuales nos gustaron. Hemos estado en muchos sitios (he de decir, de mejor calidad que éste) y nunca nos habíamos encontrado ante la negativa de adaptarnos un plato, y mucho menos si lo único que había que adaptar era el aliño. Aunque se pueda entender que cada uno en su casa ponga sus normas solo recalcar la inflexibilidad en este aspecto ante cualquier sugerencia, intolerancia, etc., ya que en la misma carta pone que no aceptaran cambios que ellos consideren que afectan a la estructura o al sabor del plato.

Cuando nos íbamos a ir compramos cosas que tenía a la venta: una botella de vino, calabacines, mermelada, nueces... Nos fuimos y todo correcto, dejamos la botella en el maletero bien tapada y sin luz de sol directa. Pasadas un par de horas la cogimos y la pusimos delante para que estuviera más fresca, fue ahí cuando nos dimos cuenta que el corcho tenía alguna perdida, porque las etiquetas estaban manchadas de vino y arriba donde el precinto se veían caer gotitas. Decidimos acercarnos a la casa rural a comentárselo ya que nos parecía algo raro. Llegamos allí y la puerta estaba cerrada así que le llamamos por teléfono, le dijimos lo que nos había sucedido y nos dijo muy categórico "Eso es imposible" y nos insistía en que lo único que podía haber pasado es que habíamos dejado la botella al sol. Por más que le indicábamos que no era así, él parecía totalmente desconfiado. En total por una noche que pasamos allí pagamos 160 euros, ¿no merecíamos al menos el beneficio de la duda? ¿por qué le íbamos a engañar por una botella de 12 euros? Le dijimos que habíamos ido a la casa rural y él nos dijo que estaba en Guadalajara y que no se podía acercar y que le mandáramos unas fotos y que ya lo valoraría él. En ningún momento nos dijo que permaneciéramos en el sitio mientras tanto, ni nada por el estilo, así que como comprenderá en Almiruete ya no teníamos más que hacer y nos marchamos rumbo a casa.

Le mandamos las fotos media hora después y nos dijo que fuéramos a casa de su padre en Almiruete y que le diéramos la botella y que él nos devolvía el dinero; le dijimos que ya estábamos de camino a casa.

Le dijimos que íbamos a pasar por Guadalajara, que si quería nos podíamos ver allí, nos contestó que estaba en un evento familiar y que no podía ser.

Nos dijo que la mandásemos por correo postal, o que fuéramos el próximo fin de semana a la casa rural y le lleváramos la botella. Le dijimos que iban a ser más las molestias que lo que cuesta la botella, y que él nos había vendido la botella en mal estado y nos sentíamos molestos de que nos estuviera poniendo en duda; así que nada, le dijimos que ya tirábamos la botella nosotros y que no se preocupara.

Acto seguido nos llama muy altivamente y nos dice que ya que ninguna de las opciones que nos da nos gusta que él tendrá que salir de su evento y que quedamos en Guadalajara... ¿Disculpa? Me venden algo en mal estado, desconfían de lo que digo y encima tenemos que hacer nosotros todos los trámites como mandarla por correo pagando nosotros el importe o irme a 100 km de mi casa para 12 euros. Todo ello porque él quería la botella a toda costa, para reclamarle el dinero a su proveedor, todo su miedo: perder los 5 euros que, como mucho, le costaría a él la botella. A nosotros ya a estas alturas nos daba igual el tema, pero debido a su insistencia quedamos en Guadalajara y nos dio los 12 euros. En NINGÚN MOMENTO escuchamos un "perdonad", un "disculpad las molestias ocasionadas". Le sugeriría al dueño humildad y que hiciera algo de autocrítica.

Por último, sin tener en cuenta los incidentes... calidad precio es bajo, es caro para los servicios y calidades que ofrece: descanso normal, algo de dolor de espalda al día siguiente y se escuchaba todo de la habitación de al lado. Hacía bastante calor, había un ventilador que hacía el servicio... El Spa bastante sencillito. El desayuno sí que nos gustó: pan muy rico, tomate, mermeladas, zumo... aunque muy poco de fruta para estar en un huerto.
En definitiva, ni lo recomendaría ni volvería.

Un saludo,
Ana y Sergio