Pues a Pedro le gustó más que a mi
Acepto que el lugar es bonito, y la decoración cuidada, con gusto en el detalle, como el de bordar las toallas, o cosméticos de calidad, pero hubieron fallos.
Y es que la habitación era pequeña y mal iluminada, la comida con un grupo de señoras en ese comedor como única compañía, pero de las que nos enteramos con todo lujo de detalles de un tema bastante personal.
A la hora de ir a leer, el salón con un grupo de amigos como si estuvieran en su casa, total que tuve que acomodarme en una mesa del comedor del desayuno, interior por cierto.
Cuando quise beber algo y al no saber como buscar a alguien y oír ruidos en la cocina, abrí un poquito la puerta de esta y la señora casi me asesina.