Excepcional.
He estado el fin de semana y solo puedo decir excepcional.
Ana y Julio son excelentes. Te sientes como en tu propia casa. La casa es preciosa, muy coqueta y las habitaciones geniales. Muy bonitas, super limpias, con un ambiente muy agradable. El patio es maravilloso, muy fresquito y genial cuando anochece y encienden las luces y las velas.
Estuvimos en familia hasta la madrugada charlando todos los huéspedes junto a Julio y Ana en ese patio maravilloso bien fresquito. Iluminados por velas con limones es en cada mesa.
La comida es espectacular. Julio hizo una paella riquísima y Ana hizo con todo su amor un pollo asado con trufa, manzana asada, patatas fritas naturales, acompañadas de verduras para chuparte los dedos.