a final mal
Reservamos 5 habitaciones con alguna cama supletoria ya que íbamos tres parejas con niños. Al llegar nos encanta el entorno, la casa rural y los dueños muy amables. Llegamos sobre las siete de la tarde, les comentamos la posibilidad de poder asar el domingo junto con unos familiares que no se hospedaban en la casa y no nos pusieron ningún problema, si nos pide Mila que la dejásemos tres habitaciones libre ya que tenía que preparar para los siguientes huéspedes. Agradecidos por nuestra parte le decimos que la dejábamos todas las habitaciones libres ya que no nos hacía falta ya que solo queríamos asar junto con nuestros familiares.
El sábado por la mañana estuvimos por el jardín con los niños jugando, también estaban por allí los perros de los dueños y a eso del mediodía nos fuimos a una boda que teníamos y regresamos a la 1: 00 de la madrugada. Tiempo en la casa utilizando zona común máximo estuvimos tres horas.
El domingo nos levantamos ha estado la chica de la encuesta hace unas cuantas preguntas a uno del grupo. Hasta aquí todo perfecto.
Este fin de semana ha hecho mucho calor especialmente hoy, pedimos a los dueños si podíamos usar una manguera para refrescarnos, sobre todo por los niños. Nos lo permite pero al rato nos dice que el contador del agua está corriendo, cosa que nos descoloca un poco, pero sin más, no le damos más importancia.
Llegan los familiares que esperábamos y estando ellos delante y ya preparando el fuego (13:30) Mila se acerca y nos comenta que si hay mucha gente, que el alquiler termina a las 15:00, que tiene que estar todo limpio para cuando venga los siguiente inquilinos, que si estamos ocupando todo. ( el tema de la comida-asar se lo comentamos el viernes a nuestra llegada) en mi opinión muy educadamente nos invita a que nos vayamos.
Un día que iba a ser familiar, comida comprada fuego hecho, 38 grado, por el malestar que nos crea decidimos irnos de la casa bastante disgustados por la situación, al pagar y despedirnos Mila nos comunica que los niños la ponen nerviosa y no le gusta hospedarlos ,la decimos que si nos lo llega a decir antes ... nos ofendemos y se lo hacemos saber, remata diciendo que sobre todo los mal educados.
Un total despropósito, juzgar vosotros.
Por último, llegamos a casa y nos damos cuenta que no hemos entregado ningún documento para hacer el registro, nada de nada. Voy habitualmente a casas rurales y siempre los adultos hemos entregado D.N.I, igual en el País Vasco es distinto..