Sucio y comida escasa
Pasamos un fin de semana, nuestra habitación estaba sucia, había polvo. Una de las toallas del baño tenía una mancha marrón de origen sospechoso y el secador de pelo acumulaba polvo pegado desde los tiempos de Calos III de Navarra. En el comedor el polvo también abundaba. La comida era escasa. La cena del primer día consistió en una ensalada de medio tomate para dos de primero y una ensalada de media lechuga, cuatro croquetas y cuatro albóndigas, todo para los dos, de segundo. Aún así la comida era buena. El vino tinto y el clarete eran aceptables crianzas de Navarra, pero el blanco era de la marca blanca de los supermercados Lidl y lo cobraban al mismo precio que los otros dos, a 8€ la botella.