Fundación Claude Monet

Si te gusta el arte, no hay mejor lugar para visitar que éste. En Normandia, bordeando el Sena, muy cerca de París, se le llega a la Casa Rosada, que sirvió de residencia de Claude Monet a partir de 1883. Frente a ésta, el pintor impresionista construyó unos jardines en los cuales combinó diferentes tipos de plantas para crear uno de los escenarios que va a verse representado en muchas de sus obras.

El visitante se va adentrando a un mágico jardín que da la impresión como si fueras absorbido por uno de los cuadros que cuelgan en el Museo D’ Orsay, para ser abstraído a la mera realidad. Se puede pasear por los caminos verdes y perderse entre flores de diferentes colores que fueron sembradas de manera libre y desorganizada. Un lago divide el jardín en dos y se puede atravesar por encima del famoso puente japonés.

La visita al Jardín de Monet es una opción para los visitantes de París que tienen varios días y que creen que han visto bastante de la capital. También, por supuesto, es una opción agradable para aquellos que quieran ver algo del campo normando y de los alrededores de París y evidentemente visita obligada para los amantes de Monet.

El jardín es ya ampliamente conocido por su estanque sus nenúfares y puente que Monet representa en gran número de sus cuadros. Es importante elegir la temporada en la que se va (si se puede) ya que en función de ello el paisaje cambia radicalmente. De un jardín frondoso y verde puede pasar a uno frío y vacío con solo algunos árboles perennes y algunas flores que aguantan el invierno. Aunque Monet representó el jardín en todas sus facetas, el más impactante y atrayente visualmente es que se produce a finales de la primavera, cuando todos las bulbáceas (tulipanes, narcisos, etc) y nenúfares ya brotaron y los demás árboles y arbustos están frondosos. La visita se puede hacer en 1h30 y otros 30 minutos para visitar la casa de Monet que está en el mismo jardín.

Monet fue el autor de este jardín que tantas veces pintó. Cuando hacía mal tiempo en Normandía, Monet se dedicaba a pintar lo que poco a poco había ido creando. Sorprende ver que lo que hemos admirado en los cuadros del genial artista existe en la realidad.

El único pero que puede hacerse a la visita es la multitud de turistas que decidimos ir a verlo. Conviene ir a primera hora de la mañana y entrar nada más abra el museo.

Lo destacado no solo es la extensa obra de Monet .... sino descubrir como los pintores de la época buscaron otras fuentes de inspiración en esta hermosa campiña, por ello los jardines forma parte integrante de su obra .... de ahí que sean llamados "impresionistas" . Estuve en mayo, que es primavera . Todo es una explosión de flores de todo tipo, arregladas espléndidamente .Un refresco para la vista además está también su jardín acuático que reproduce en unos de sus cuadros con el puentecito y las glicinas ... es muy emocionante sacarse una una foto con el fondo donde se realizo ese mismo cuadro .

Que sitio tan bonito!!!,me encantó, merece la pena visitarlo.

Estuvimos ahí hace poco y la verdad es que una lastima que no teníamos cafe con leche.