Julia y Miguel
Una experiencia más refrescante que la playa.
Para los amantes de la naturaleza y los ríos, a unos 4 km de Trinidad hay un rincón mágico para ti. Uno puede llegar a esta preciosa cascada dando un paseo o alquilando unas bicicletas. Nosotros preferimos caminar ya que las sorpresas que uno se encuentra por el camino son inolvidables. Aquí los cubanos vienen a refrescarse ya que prefieren el agua dulce al la marina.
Situada en una exuberante selva, el agua es cristalina, fría y con muchas zonas de sol y sombra. Uno puede deslizarse como hacen los niños por las rocas lisas de la cascada, o simplemente admirar su belleza. Es importante llevar
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