Casco antiguo

Lo cierto es que pasear y callejear por entre medio de la capital es un placer. Sus empinadas calles, sus balcones con la colada tendida, sus escaleritas, los gatos, balcones, puertas y demás son suficientes alicientes para venir. Además verás sus antiguos muros de protección, auténtica obra de ingenieria punta en su tiempo, sus pequeños muelles y saborearás más de cerca la historia de esta coqueta capital.

Yo no tenía inconveniente para venir con quien fuese el día que fuera, me encantaba perderme en el olor de sus panaderías por la mañana y charlar con los más ancianos a los que, como

La Valleta es una vieja,perciosa y bien cuidada capital. Su calle central es muy concurrida cualquier día de la semana con tiendas , restaurantes y cafeterías con sabor mediterráneo. Sin embargo, si tienes toda una tarde podrás descubrir callejuelas y recobecos con un inconfundible sabor maltés. Pierdete por sus callecitas y disfrutarás de todo esto.

Una de mis mejores èpocas. El tiempo que pasé en Malta fué inolvidable. La tremenda multi-culturalidad que allí se disfruta no tiene parangón en toda Europa por mucho que se crea que las grandes capitales se llevan la palma..., nada que ver con lo que os encontrarèis en esta ciudad.

Callejear por el casco antiguo y comer en Is-Suq Tal-Belt Valletta Food Market.