Castillo de Alcalá de Guadaíra

Situado en lo alto de un cerro, el Castillo de Alcalá de Guadaíra es un extenso complejo fortificado compuesto por varias edificaciones: el Castillo propiamente dicho, el recinto amurallado de la antigua villa medieval, la alcazaba de la Torre Mocha y las corachas.

Protegido por una barbacana con 11 torres, el Castillo de Alcalá tiene 3 recintos interiores independientes: el Patio de la Sima, el Patio de los Silos, y el Alcázar Real con su Torre del Homenaje. También en el interior del recinto amurallado se emplaza la Iglesia de Santa María del Águila.

Precioso lugar para visitar, especialmente al atardecer donde el sol se pone sobre el Castillo y ofrece una energía maravillosa. La colina donde se sitúa ofrece bonitas vistas sobre el pueblo. Junto a él está la Ermita de la Virgen del Aguila patrona de Alcalá y en verano cuenta con una barra de bar que monta la propia cofradía o asociación de la ermita.

Yo recomendaría una visita a Alcalá que comenzara temprano en la tarde (después del almuerzo más o menos) a los molinos y al Parque de Oromana y terminará en el Castillo al atardecer pasando por el acueducto (antigua vía del tren) y el Arco de San Miguel.

El Castillo se levantó en época almohade sobre una primitiva edificación romana. Presenta dos recintos diferenciados: una espaciosa cerca con torreones y el alcázar, último que está flanqueado por por once torres. Es Monumento de Interés Histórico-Artístico desde 1924, y en 1985 se le concedió la catalogación como Bien de Interés Cultural.

Me gusta muy y está muy bien para ir con los amigos, familia, hijos.Yo lo recomiendo muchísimo porque de vez en cuando hacen cosas interesantes.

Desde afuera muy bonito pero por dentro deja mucho que desear, dejado y sin cuidar, se podría explotar mucho mejor el potencial de ese monumento.

Asomarse a sus murallas evoca siglos de fronteras.