Un sueño sobre el río Cher
Hace cinco años que visité por primera vez Europa. Cuando era niño, recuerdo ver un programa de televisión en el que conocí Chateau Chenonceau, el castillo de las damas. En este viaje por Francia, una de las paradas obligadas fue visitar este precioso lugar.
El valle del Cher es hermoso. Junto a la estación de tren se abre una vereda que se interna por el bosque. Ésta conduce a una garita donde se compra la entrada. Al pasar la puerta se abre camino hacia la granja y el vergel que alojan el actual restaurante y un curioso museo de cera. Justo entre los bellísimos jardines de Catalina de Medicis y Diane de poitiers se levanta la torre del Marqués y la imponente fachada del Castillo de Chenonceau.