La verdad es que nos llevamos una pequeña desilusión al entrar. Por fuera está bastante bien conservado, pero después de pagar la entrada (5 euros) y entrar ves que dentro no hay prácticamente nada. Sólo hay una torre donde hay algunas pinturas de Zuloaga, que aunque están muy bien, yo personalmente no fui allí por eso.
En la provincia de Segovia, no muy lejos de su capital, se encuentra enclavada la población de Pedraza. Toda ella es un monumento que merece la pena visitarse, pero yo destacaría su castillo que además de su encanto como monumento histórico, alberga el Museo del pintor Zuloaga. Ya en el interior del Castillo podemos ver y comprobar cómo el recinto fue agrandándose, circunstancia ésta, que nos permite disfrutar de vistas como la fotografía que se adjunta y en la que se pueden ver tres arcos que corresponden a tres estilos diferentes y que van marcando las ampliaciones de la construcción.
El monumento más destacado de la Villa medieval de Pedraza es sin duda su solemne castillo, que se encuentra situado en una de las zonas más elevadas del lugar ofreciendo así unas vistas de los campos segovianos espectaculares.
Es el monumento más importante del lugar en parte porque es el que mejor conservado se encuentra. Se trata de un edificio que fue construido en el siglo XIII y posteriormente, en el siglo XV fue reedificado, así que en la actualidad el castillo posee elementos de diferentes épocas.
El siglo de oro de este precioso palacio fue el XVI, ya que fue entonces cuando lo cogieron los Duques de Frías, que eran los condestables de Castilla. Ellos se encargaron de reformar una vez más el palacio y de dejar por tanto una nueva huella en el edificio.
Un recorrido por el castillo de Pedraza en la provincia de Segovia.
Fortaleza edificada en el siglo XIII y reedificada en el XV.
En especial no hay que perderse la noche de las velas. El primer Sábado y el segundo del mes de Julio.
Apagan todas las luces del pueblo y solo dejan encendidas velas por todas partes.
Pedraza es un pueblo medieval en la provincia de Segovia donde el tiempo parece detenerse e imaginarse que el medievo continua por sus calles
Es pequeño pero magnífico, bien conservado. Propiedad privada, peo puede visitarse (previo pago de entrada, claro) En su interior se exhiben pinturas del que fue su propietario.
El pueblo es muy bonito, sobre todo la plaza, pero nuestra experiencia en el castillo ensombreció la visita.
El precio de la entrada son 6€ y lo único que vais a ver son cuatro muros y seis cuadros. El castillo por dentro está vacío, solo se conserva la mazmorra y el museo, todo lo demás son patios de césped (muy bien cuidados, eso si) y de gravilla, además hay una casita y una piscina privadas.
Lo mas impresionante que hay es la puerta, que es original y una de las mas viejas que se conservan y que se puede ver desde fuera, sin pagar.
Algo distinto que te remonta a tiempos pasados
Es un pueblo muy singular.
Estuvimos el día de las velas; qué agobio!
Mucho mejor ir un día cualquiera, que se ve más tranquilo.
Increíble. Solo por fuera ya es suficiente. Si no puedes entrar no importa pues lo magnífico es estar en frente.
Un lugar encantador y recomendable para visitar. Su espectacular castillo y su museo con pinturas, retratos del pintor Zuloaga donde paso sus últimos años,merece la pena ir.
