¡Dos rincones en uno!
La atracción de la zona por excelencia y con dos facetas históricas muy diferenciadas: por un lado el castillo medieval, acceso a ese acantilado. Por otro lado en el extremo más cercano al mar un bunker y campamento de la Segunda Guerra Mundial (cañones incluidos).
Vamos por partes, en primer lugar el castillo. Su construcción allí obedece a las mismas pautas que la construcción del bunker, por ser un punto estratégico con amplias vistas y de acceso muy difícil (en caso de invasión, por ejemplo). En la actualidad quedan algunos restos de sus murallas exteriores y la entrada principal con torreón. Los restos de esta fortificación están fechadas en el año 1390, pero no hay indicios claros de quién era el señor de este castillo. Hay que tener en cuenta que en la Edad Media no todos los castillos se construían para un dueño, a veces un rey ordenaba su construcción por motivos de estrategia o para tener una residencia alternativa.