Catacumbas de San Pablo

Estas catacumbas constituyen otro enclave histórico e intrigante de la pequeña isla de Malta. Situadas en Rabat, muy cerca de la esplendorosa Mdina, estas catacumbas forman un enorme cementerio subterráneo que empezó a utilizarse en la época romana, alrededor del siglo III. Al parecer, en esa época, el pensamiento romano veía mal enterrar a los muertos en la propia ciudad, por aquel entonces Mdina, por lo que optaron por empezar a construir tumbas subterráneas que con el paso del tiempo derivó en un enorme cementerio bajo tierra formado por interminables y recónditas galerías.

Deben su nombre a la proximidad con la iglesia de San Pablo y porque se creyó que estaban conectadas con la gruta donde se refugió y escondió San Pablo cuando fue perseguido, por lo que la procedencia del nombre no es demasiado creibe ni significativa.

Las ciudades de Mdina y Rabat fueron construidas sobre una antigua ciudad romana. Y estas catacumbas de Rabat, en concreto, fueron usadas en la época romana para enterrar a los muertos. Ahora están bajo el cuidado de Patrimonio de Malta.

Según la leyenda, el Cristianismo llegó a Malta de las manos del Apóstol San Pablo alrededor del año 60dC. San Pablo iba de camino a Roma en un barco pero naufragó por el camino y terminó en Malta. Según la tradición, el Apóstol San Pablo se refugió en una cueva, conocida en la actualidad como las Catacumbas de San Pablo.