Catedral de Burgos
La catedral de Burgos comenzó a construirse en 1221 por encargo de Fernando III, rey de Castilla, y se consagra en 1765 con la construcción de las Torres y el Cimborrio.
El largo tiempo que duraron las obras de la catedral otorga a este edifico gótico una singularidad y coherencia arquitectónica a pesar de los cambios de estilo a lo largo de los siglos.
La Catedral tiene cuatro puertas y la basílica alberga tres naves alrededor de las cuales se instegran trece preciosas capillas y una nave de crucero de sesenta metros de largo, que tiene la misma altura de la nave central y conforma