La belleza está en su interior
Exteriormente no es una catedral convencional, su fachada no parece ser la de una catedral, pero hay que visitarla por dentro para ver que es realmente bonita.
Frente al presbiterio se encuentra el sepulcro de Carlos III y su esposa Leonor, una verdadera obra de arte, de alabastro, en la parte inferior hay 28 figuras todas ellas también de alabastro que es una maravilla contemplar. Las vidrieras, el presbiterio, sus capillas, todo su conjunto son dignos de admirar.
El claustro estaba en restauración pero se puede apreciar que tal como indican es una de las maravillas del arte gótico, en él se encuentra la capilla Barbazana y se puede visitar la exposición permanente Occidens que vale la pena verla.