Frauenkirche - Catedral de Múnich

La primera referencia a las dimensiones de ésta mole de ladrillo, la tienes en la maqueta de bronce situada en la plaza, justo enfrente de los dos enormes centinelas que custodian la entrada y curiosidades de la construcción, tocados con boinas verdes, reforzando así el aspecto de custodia de la entrada.
La mirada se pierde al recorrer poco a poco sus casi cien metros de altura. Fachada ciega, salpicada de vez en cuando de pequeñas ventanas, que apenas permiten dejar pasar la luz.
Sitio ideal para instalarse, debió pensar Lucifer. Craso error.
El interior, es de una sutileza femenina. Grandes vanos, sustentados por columnas de un blanco inmaculado que parecen no llegar nunca al techo. Ligera y pulida, hasta convertirse en espejo. Las lámparas, mínimas de estructura, no cuelgan del techo,no. Flotan en el espacio. Están apagadas, aunque la luz inunda la estancia. La iglesia es un enorme caleidoscopio, formado por estilizadas vidrieras, que además de una intensa mezcla de colores, refuerzan la pregunta...y, ésto cómo aguanta de pié?.

Como las iglesias de Wittelsbach y Landshut, la catedral de Munich representa un tipo de construcción de salón, con muy poca ornamentación, su belleza destaca en la linealidad de sus columnas y en los efectos de sus altas bóvedas reticuladas, su sencillez, que me recordó a las construcciones cistercienses, le dan al gran espacio un halo místico, que es de lo que se trata.
El conjunto de vidrieras hacen el resto. Hay gente que me ha dicho que no le gustó, quizás al compararla con catedrales góticas de Francia o las románicas italianas, pero es precisamente en su diferencia lo que le hace especial.

Aunque no tengo fotos del exterior, la forma del edificio de la catedral es bastante característica de Munich, con dos torres y sobre cada una de ellas una cúpula coronada por dos bolas doradas.

Es la iglesia más grande de Munich y fue construida por el arquitecto Jörg von Halsbach en el siglo XIII pero fue parcialmente destruída durante la segunda guerra mundial (que afectó también a barrios enteros en Munich). Una restauración se inició en 1994 que le dio el aspecto actual.

Aunque el edificio principal y el interior siguen un estilo gótico, las dos cúpulas son más bien renacentistas ya que fueron construidas posteriormente.

Construida entre 1726 y 1738, fue hasta la II Guerra Mundial la mayor iglesia protestante de Alemania. Arrasada por los bombardeos de febrero de 1945, no fue reconstruida por los comunistas, porque querían dejarla como un recuerdo de la guerra y su barbarie.
Con la reunificación alemana se llevó a cabo una movilización popular para la reconstrucción de la iglesia que terminó en el 2005.

Casi siempre en obras. Su encanto radica en la huella del diablo, un punto estratégico relacionado con una apuesta entre el constructor y el demonio; pero si quieres saber la leyenda, ¡visítala!

Y es una de las joyas de esta ciudad. Muy cerca está el mural de los príncipes, y al frente la estatua de Martín Lutero que sobrevivió a la destrucción.