Catedral Vank

En Isfahan podemos encontrar también lugares tan alejados de la religión musulmana como esta catedral / iglesia ortodoxa de origen armenio, que precisamente fue construida por los deportados de ese país tras la guerra otomana del S. XVII. El estilo arquitectónico exterior es en realidad una combinación de una mezquita persa y el ábside tipo de las iglesias ortodoxas. Sin embargo, es en el interior donde encontramos los impresionantes frescos que narran diferentes historias de la Biblia. Desde luego, una visita muy interesante en un lugar en el que no te esperas encontrar algo así.

Un lugar que no os podéis perder si viajáis a Isfahán. En la catedral de Vank se mezcla el estilo irání y armenio en su construcción. Aunque por fuera es muy austera, una vez que entras ni te imaginas lo que te vas a encontrar. Es impresionante, sus paredes y techos están repletos de pinturas que ilustran el Antiguo y el Nuevo Testamento, así como vidas de los santos. La entrada cuesta 500.000 riales y con ella además de la Iglesia puedes ver un museo antropológico armenio y un pequeño memorial del genocidio de 1915. Es muy interesante no os lo perdáis.