Xipo Enelmundoperdido
Visitar las bodegas de vino de Oporto
Una de las actividades imprescindibles en Oporto es conocer sus bodegas, en las que se elabora el famoso vino de Oporto.
La oferta es inmensa y está muy concentrada en la ribera del Duero de Vila Nova de Gaia, la localidad que se encuentra justo en la orilla opuesta a Oporto.
La mayoría de las bodegas ofrecen tours muy baratos y multitudinarios, pero a nosotros nos recomendaron alejarnos un poco de esas bodegas y visitar Graham’s, y la verdad es que fue todo un acierto.
Para llegar a ella hay que llegar al final del paseo y ascender unas calles algo empinadas, lo que se compensa con creces al llegar arriba y poder disfrutar de unas magníficas vistas de Oporto.
Los orígenes de esta bodega se remontan a 1820 cuando los hermanos William y John Graham la fundaron y pronto se hicieron un buen nombre produciendo vinos de alta calidad (galardonados con importantes premios) procedentes de sus propios viñedos en la Quinta dos Malvedos.
Hoy en día siguen produciendo vino pero los herederos vendieron la compañía a la familia Symington.
La visita, como en el resto de bodegas, incluye una degustación, con explicación de los diferentes vinos, al final de la visita y el precio, que va desde los 5€, depende de la calidad del vino que se desee probar. A lo largo del tour te explican también el proceso de realización del vino y las cualidades climáticas de los viñedos que lo hacen un vino tan especial.
La diferencia fundamental con las otras bodegas es que hicimos la visita prácticamente solos, en español y con nada que envidiar a las demás. Desde luego, todo un acierto.
Hoy en día siguen produciendo vino pero los herederos vendieron la compañía a la familia Symington.
La visita, como en el resto de bodegas, incluye una degustación, con explicación de los diferentes vinos, al final de la visita y el precio, que va desde los 5€, depende de la calidad del vino que se desee probar. A lo largo del tour te explican también el proceso de realización del vino y las cualidades climáticas de los viñedos que lo hacen un vino tan especial.
La diferencia fundamental con las otras bodegas es que hicimos la visita prácticamente solos, en español y con nada que envidiar a las demás. Desde luego, todo un acierto.
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