la resurrección de las anclas...
Aunque encuentro encantadora la poética visión de Ruben, he de decir que el lugar que describe no es un cementerio sino mas bien un "lugar de descanso". No se trata de anclas en desuso sino de las que cada año, allá por el mes de mayo, se emplean para colocar las "almadrabas". (Un laberinto de redes para capturar el atún rojo en su tránsito del Atlántico hacia el Mediterráneo en busca de aguas mas cálidas para el desove). Cuando finaliza esta época de tránsito, las anclas son depositadas junto al puerto hasta la siguiente temporada.
En cualquier caso se trata de una inusual e impactante estampa.