Centro patrimonio de la humanidad
Guimaraes es como un bomboncito, es un placer saborearlo poco a poco, y así lo hicimos, paseando por sus calles, sus plazas, por supuesto subiendo hasta el castillo o visitando el palacio, una gozada.
Son 2 veces las que he podido disfrutar de esta ciudad y la recordaré siempre porque en mi primera visita mi compañero de viaje iba con muletas y desde el ayuntamiento nso abrieron el centro histórico para que pudiera pasar con el coche y mi amigo Fidel pudiera disfrutar de la ciudad al igual que yo.
Una visita imprescindible si viajas por el noste de Portugal.