Centro Histórico de Reykjavik

Estas viejas construcciones de madera, que un día, hace muchos años, formaron parte de las granjas de que dieron vida a Rekyavik constituyen hoy, el corazón de esta ciudad.
Hoy, albergan tiendas para turistas, galerías de arte, cafés, bar y restaurantes. Caminar entre ellas se convierte en un paseo de lo mas agradable, y por supuesto, fotografiarlas y admirar sus detalles, toda una experiencia.

Algunas están señaladas como monumentos históricos y están marcadas con leyendas que narran quienes las habitaron y que función desempeñaban en la sociedad de antaño.
Un centro histórico pequeño, pintoresco en un ambiente festivo y tranquilo al mismo tiempo.

Pero vale la pena subir al campanario. Son 8 € por persona y se sube en ascensor. Las vistas desde arriba son chulas, sobre todo de las montañas nevadas que se ven a lo lejos.

Pasear por el centro es chulo, aunque es muy pequeño y casi todo son restaurantes de precios inaccesibles aunque muy populares. Por ejemplo, una hamburguesa en el sitio más barato cuesta 20 €.

Múltiples tiendas de compras. Catedral peculiar, diferente a cualquier otra.