La siberia sevillana
Esta pequeña aldea de muy pocos habitantes era un antiguo poblado minero que (al igual que ocurrió con el de la comarca onubense de Río Tinto) fue construido por los ingleses que se hicieron cargo de la antigua mina de hierro a finales del siglo XIX.
Está rodeada de un espectacular paisaje de formas y colores únicos en el que dominan agujas, corredores, poljes y dolinas, cavidades, simas, travertinos y lapiaces; un paisaje en el que confluyen la acción de la naturaleza y la del hombre que está declarado Monumento Natural. Para descubrirlo, nada mejor que recorrer (preferiblemente en otoño y primavera) el sendero Cerro del Hierro, una ruta que se adentra en las galerías y túneles excavados en sus rocas.