Esta mañana nos despertamos prontito y ...
Esta mañana nos despertamos prontito y después de un buen desayuno hemos vuelto a subir a Montserrat para tomar el camino catalán hacia Santiago y como hay ½ de aparcamiento gratis, he dejado arriba a” mi bicigrino” y yo he vuelto a la carretera (que hoy me llevará hasta Tárrega, a unos 80 km de aquí).
Antes de Tàrrega, he parado a visitar Cervera, la capital de la comarca de Segarra, en el valle del río Ondara. Una pequeña ciudad que hasta 1702 era un municipio, pero al posicionarse del lado de Felipe V en la Guerra de Sucesión Española (1700-1715) y tras la victoria borbónica, Cervera consiguió varios privilegios (éste entre ellos,), y el más importante fue, el traslado allí de la Universidad de Barcelona (hasta el año 1833, en el que traslada a Barcelona la universidad central, Cervera era el único centro de estudios superiores de todo Cataluña).
Ya había sido testigo de hechos importantes (esta pequeña ciudad), como el acontecido el 5/03/ 1469, en el que los Reyes Católicos firmaron las capitulaciones matrimoniales(os dejo una fotico de la placa conmemorativa, que las fotos de la boda se las quedó todas el novio, jejeje).
Cervera cuenta con algunos otros rincones escondidos que no tienen desperdicio, además de la universidad de estilo neoclásico (con un hermoso patio para sentarse un “ratico” a reflexionar (o echar un pitillo), La Plaza Mayor porticada, La Iglesia gótica de Santa María (S.XIV-XV), un par de museos y una calle mayor con algunas esquinas muy pintorescas, como la calle de las Bruixes.
Las pequeñísimas callejuelas que van a parar a la muralla que rodea el pueblo, delimitan y son una prueba de cómo la ciudad ha ido creciendo en torno a su muralla (la ocupación de éste lugar, se remonta al siglo VI a.C).
Un sitio bonito, (aunque para mi gusto, le faltaba un poquillo de vida al centro, aún siendo sábado tarde muy poquita gente por las calles), pero está bien para dar un paseíto tranquilo por sus calles, su muralla y sus edificios históricos.


