Estibaliz Diaz de Rada
Chén Chè
Inmejorablemente ubicado en un patio de la Rosenthalerstr., esta casa de té vietnamita me gusta sobre todo por su decoración. Numerosos famosos han venido a degustar sus variedades de té y su carta, entre ellos el cantante de Mannheim Xavier Naidoo o actores y directores de cine.
Abre de mediodía a medianoche y su carta es bilingüe: alemán e inglés. Las orquídeas naturales se disfrutan en ambas plantas, las teteras de cerámica y latón ocupan la mitad de la barra, la típica jaula asiática con sus pájaros de varios colores se sitúa discretamente en la esquina y una generosa terraza ofrece tres rincones para hacer el té .
Las lámparas de telas de colores y diferentes tamaños ayudan a crear un ambiente tranquilo y a la vez alegre, que reflejan a la perfección la estética vietnamita.
Tres años lleva Chén Chè haciendo las delicias de los amantes del té, con variedades tan originales como el té de crisantemo o el de rosas. Y no faltan los tradicionales té verde o negro.
Chén Chè significa precisamente “taza de té” y en este inigualable rincón de Berlín lo podrás tomar en las típicas tazas de porcelana o cerámica sin asas. Te recomiendo que acompañes los rollitos de primavera vietnamitas (muy distintos a los chinos) con una buena taza de té verde. Es lo que siempre pido cuando vengo aquí.
Su dueño, Si An Truong, tiene otro restaurante en el barrio de Prenzlauer Berg, que lleva su nombre: Si An, y que merece la pena visitar sobre todo en verano por su jardín en plena acera y sus postres con frutas exóticas. La presentación del té y su variedad es igual a la de Chén Chè.
Tres años lleva Chén Chè haciendo las delicias de los amantes del té, con variedades tan originales como el té de crisantemo o el de rosas. Y no faltan los tradicionales té verde o negro.
Chén Chè significa precisamente “taza de té” y en este inigualable rincón de Berlín lo podrás tomar en las típicas tazas de porcelana o cerámica sin asas. Te recomiendo que acompañes los rollitos de primavera vietnamitas (muy distintos a los chinos) con una buena taza de té verde. Es lo que siempre pido cuando vengo aquí.
Su dueño, Si An Truong, tiene otro restaurante en el barrio de Prenzlauer Berg, que lleva su nombre: Si An, y que merece la pena visitar sobre todo en verano por su jardín en plena acera y sus postres con frutas exóticas. La presentación del té y su variedad es igual a la de Chén Chè.
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