!Dios bendiga el chifa!
Rico, no, lo siguiente. Perú es un país extraordinario, no sólo por su enorme cultura, tan cercana y a la vez tan lejana a la nuestra, sino también por su exótica cocina. Además de haber incorporado a su manual culinario los tradicionales platos hispanos -siempre con su toque mágico-, los peruanos tienen asimismo una corriente gastronómica llamada Chifa, que no es ni más ni menos que la mezcla de Asia y Perú en un mismo plato.
¿Ventajas? Esto es una opinión personal, pero los restaurantes chifas vienen a arreglar esa falta de sabrosidad que muchos paladares encontramos cuando nos disponemos a la mesa de un restaurante chino. No es criticar por criticar, sólo cuestión de gustos. Es por ello, que animo a todos los que siempre desconfiaron un poquito de salir bien servidos de la gastronomía asiática a que acudan a la mesa de un buen chifa, como el que les presento en este humilde rincón de Chiclayo.
Les recomiendo encarecidamente una sopa Wantan Especial, a menos de 10 soles (apenas 3 dólares), y un Tipakay de 10,5 soles. De bebida, en Perú se toma mucho la Inca Kola, pero si quieren mi opinión nunca me convenció. La chica morada es típica del Perú y es más natural y tiene un sabor más intenso.


