Txaro Franco
Gestión del agua en la época sasánida
La ciudad subterránea de Noushabad (o Nush Abad) y su monumental cisterna, capaz de albergar un millón y medio de litros de agua, son de la época sasánida (226-651), el imperio persa inmediatamente anterior a la conquista árabe y su consiguiente islamización. Como en otros lugares, como Capadocia, la ciudad subterránea podía albergar a la población en caso de ataques exteriores, pero también cumplía funciones defensivas pues estaba plagada de pequeñas trampas para cazar a los enemigos que llegaran a entrar en ella. Pero lo que más nos llamó la atención fue la descomunal cisterna subterránea, que actualmente no se usa como muestra del patrimonio antiguo y como acceso a la ciudad subterránea.
En realidad todo Irán está surcado de cisternas como ésta, a las que llega el agua de las montañas a través de los "qanat", complejos sistemas de canalización subterránea para evitar la evaporación del agua durante el transporte, cuyo origen se remonta 1000 años A.C. En internet se puede encontrar información detallada y esquemas que explican la tecnología de los qanat.
Todas las cisternas, como esta de Noushabad son subterráneas, pero son fácilmente localizables porque asoma a la superficie la cúpula abovedada y, siempre, una o varias torres de ventilación que garantizan la calidad del agua almacenada. El interior de la "torre del viento" o badgir, está dividido, de arriba a abajo, en cuatro secciones, de manera que, venga de donde venga el viento, la chimenea lo capta y lo envía al fondo. En las mansiones de los nobles también hay torres de ventilación a modo de "aire acondicionado".
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