Es la ciudad mas bonita de la isla. Su casco histórico conserva el trazado medieval, calles estrechas, suelo empedrados, iglesias y casas señoriales con bonitas fachadas, plazoletillas que se abren al final de una calle y no te lo esperas... El puerto es muy bonito aunque comer o cenar allí sale caro
En el extremo oeste de la isla, la señorial Ciutadella -o Ciudadela- resulta una sorpresa fascinante. Por nada del mundo uno se imagina que la isla guarde semejante ciudad.
Elegante alrededor de la gran Plaza des Born, a donde balconean fabulosos edificios y palacios color arena de estilo neoclásico -el de Vivó, de Salort, de Saura-, la que fuera capital de Menorca hasta 1722 también hechiza con la blancura de su barrio más antiguo, el de las callejuelas estrechas y tortuosas, casas bajas de muros gruesos y ventanas asimétricas. Resulta un encanto pasear bajo ‘Ses Voltes’, las bellas arcadas de corte árabe de la calle José M. Quadrado y de la Plaza Nova, y detenerse en el pintoresco Mercat para, en alguno de los bares de la medieval Plaza de la Libertat, tomar una copa. La vida bulle en el centro de Ciutadella como en ninguna parte de Menorca. En sus calles peatonales y alrededor de la magnífica catedral gótica confluyen extranjeros, jóvenes y familias. Hay mucho para ver, rincones llenos de magia para disfrutar y exquisiteces de la isla –queso, sobrasada, embutidos, fresco ‘vino del interior’, bollería- para degustar y comprar.
Aún sigue siendo considerada por muchos la capital de la isla, a pesar de que hayan pasado siglos desde que dejara de serlo allá por los tiempos de los británicos. Y no es de extrañar, porque esta hermosa ciudad, tranquila, acogedora y con el encanto típico de una antigua villa mediterránea, repleta de palacios, iglesias y jardines tienen ese sello característico que debe tener la capital de una isla como Menorca.
Aunque ahora, en tiempos modernos el capital, que no la capital, procede de otros bolsillos, esto es de los miles de turistas que la visitan, atraídos por su riqueza arquitectónica y por las maravillosas playas que jalonan sus litorales norte y sur.
La carretera ME-1 termina en la Ciutadella, la cual queda ubicada al oeste de Menorca. En mi opinión, la Ciutadella es el lugar más bonito de toda la ciudad, incluso me parece mucho mejor que Mahón. En la época árabe, incluso hace la capital de Menorca. Su centro histórico no es enorme, pero tiene una hermosa homogeneidad arquitectónica. Tiene estrechas calles todas pavimentadas en hordas de pequeñas casas ocres que dan la sensación de la andadera de "teletransportarse" en Andalucía. Casi la Plaza del Borns, la catedral gótica del siglo 13 fue fundada durante el reinado del rey Alfonso III, el emplazamiento de una antigua mezquita.
